Cómo se hace: ¿Cómo se elabora una colonia?
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![]() La colonia (no confundir con el asentamiento o forma de poblamiento dado hasta el siglo XIX, o bien un territorio sujeto a la administración y gobierno de un país remoto, llamada metrópolis, ni con la ciudad al oeste de Alemania) es una mezcla de ingredientes vegetales, animales y sintéticos aromáticos con un disolvente y un fijador. Comenzó a ser fabricada por los antiguos griegos y fue perfeccionado por los árabes. A pesar de que el agua corriente ha normalizado la ducha, las colonias siguen siendo muy populares, si bien sociólogos modernos creen que se ha visto desprovista de su fin inicial (oler bien) y han pasado a convertirse en un icono simbólico (se deja sobre la repisa del baño, pero jamás se utiliza), con un alto valor de cambio pero un bajísimo valor de uso, que se regala para obtener favores sexuales (San Valentín) o favores económicos (Día del Padre). La alternativa a la ducha
En cualquier caso, el proceso de fabricación de una colonia ha cambiado mucho a lo largo de los años. La destilación permite la obtención de fragancias a partir de la adicción de agua (hasta aquí, como sucede con el vino o la leche de oferta) a los sólidos que contienen las esencias y obtener estas por destilación. La extracción supone obtener perfumes mediante la utilización de disolventes, como grasas animales o ácido clorhídrico aplicado con sulfatadora, estilo Jeff Goldblum en La Mosca. La expresión implica la compresión, generalmente de cortezas (de frutas o de cerdo, aunque la resultante de esto último suele tener un aroma más acre, con reminiscencias a tasca de pueblo). Finalmente, la maceración es el método más antiguo. © elkarma.eus |
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