La imprenta ha ido evolucionando desde sus orígenes primitivos. El salto cualitativo se da a mediados del siglo XV cuando Johannes Gutenberg inventa la imprenta de tipos móviles. Ironías de la vida, Gutenberg se arruina por deudas con su banco y no puede editar la famosa Biblia de Gutenberg. A partir de ese momento languidece su carrera, que se limita a la impresión de revistas como Maduritas Teutonas y novelas de hazañas bélicas ambientadas en la Guerra de los 100 Años.
El sistema de impresión con tipos móviles es sencillo: el cajista coloca los tipos (letras en relieve, no personas que pasan por la calle) y los coloca sobre unos railes, línea tras línea, componiendo la página. Inmediatamente la página se entinta, se coloca encima el papel y, mediante un torno, este se presiona sobre la plancha y la página queda impresa. Al principio, en los libros de la época la página impresa era la par y en la impar se acoplaba con engrudo un espejo. (Más…) |