Un comportamiento muy extendido entre personas allegadas, y en algunos casos entre perfectos desconocidos, es la confesión de problemas privados (de ámbito familiar, profesional, personal…), con pelos y señales, de forma pública y sin ningún tipo de pudor. El sujeto no solo nos cuenta su aflicción sino que hace partícipe de ella a la población circundante. “Es lo que conocemos como ‘Síndrome del culebrón’, que no tiene nada que ver con el priapismo”, comenta Rigoberta Bernero, doctora en psiquiatría. “Mucha gente con complejo de inferioridad o con sensación de frustración cuenta sus miserias sin tapujos para ganar cuotas de audiencia y sentirse importante. Ya me entiende”. (Más…) |