La mente es un pozo insondable configurado por numerosos factores, como la genética, las conductas aprendidas, el entorno social o la exposición a experiencias traumáticas. Las posibilidades de que uno o varios de estos factores desencadenen episodios de desequilibrio psicológico y emocional son altas, si bien estas alteraciones suelen ser pasajeras y de carácter leve o poco grave.
Sin embargo, existe un pequeño porcentaje de población que no parece manifestar jamás, a lo largo de su vida, nada semejante a un trastorno psicológico, ni severo ni de cualquier tipo. “Hay gente, y sé que puede sonar siniestro pero un psicólogo se encuentra de todo en esta vida, que nunca jamás, y recalco, jamás, presenta el más mínimo atisbo de, qué sé yo, una actitud pasivo-agresiva, un trastorno de ansiedad o un comportamiento neurótico… Ni siquiera uno pequeñito…”, expresa el Doctor en Psicología Servando Munici-Pall. (Más…) |