Suey, que es un cachondo, recomienda escuchar su nuevo disco durante la huida, tras haber cometido un acto delictivo o una infidelidad conyugal. Es decir, cuando uno tema por su propia integridad física. No queda claro si el artista madrileño, anteriormente conocido como Chop Suey, está dando pistas biográficas, pero el caso es que llevaba desaparecido en combate desde el lanzamiento de Bipolar hace más de una década. Eclecticismo musical que alcanza el paroxismo con funk-pop electrónico de Mutant Flower. A bailar.

© humorenlared.com

Punk rabioso y bilingüe (incluso bilingüe en We Are Gara y All Right) como ya nos tiene acostumbrados la banda de Lekeitio desde aquel primer concierto del 99. Betty Rockanroll es el octavo disco, que continua la senda iniciada por aquel primer álbum homónimo. Abría fuego con el single Olentzerori…, todo un canto al espíritu navideño como solo Iñigito, alias Txapel, sabe hacer con esa voz aterciopelada que le ha dado dios. Once temas pensados para todo aquel que se considere, como ellos dirían, un auténtico rockadicto.

© humorenlared.com

La sensación del momento. El azote del heteropatriarcado musical, saturado de testosterona y olor a Varón Dandy. Cuatro fenómenos de la naturaleza que deberían ser más reconocidas por sus letras y su sonido entre los melifluo, lo tétrico y lo salvaje, que por la inevitable comparación con las Pussy Riot. Pero es de mal gusto mencionar a otra banda en una reseña, por mucho que ellas despellen la escena en “Indiespañol”. Post-electroclash con torpedos a la línea de flotación de lo políticamente correcto. Una maravilla.

© humorenlared.com