Aunque nunca ha sido una necesidad tan imperiosa como aprender a utilizar el fuego para cocinar o conocer el orden correcto de los cubiertos de sílex en las cenas elegantes del neolítico, el perfeccionamiento de las técnicas que sirven para eliminar el hueso de las aceitunas siempre ha obsesionado al ser humano. Desde el entrenamiento de babuinos en el antiguo Egipto hasta los autómatas deshuesadores de Alberto Magno a principio del siglo XIII, los procesos inventados para poder degustar ensaladas sin riesgo de perder un premolar en el intento han sido muchos y variados. Sin embargo, no pasaban de ser sistemas artesanales preparados para asumir un volumen de producción preindustrial. (Más…) |