El lector medio de prensa podía empezar a pensar en lo que puede hacer él por los medios y no tanto en lo que los medios pueden hacer por él. Pero el periodismo escrito sabe que el consumidor de periódicos es egoísta y tiende a que se lo den todo hecho. Es más, con esta moda de la fantasía, los superhéroes y los maratones de series de Netflix, puede llegar a creer que lo que lee es una ficción, con una presentación enigmática, un nudo inquietante y un desenlace esperanzador. Que lo aparente es engañoso y que lo obvio oculta una realidad multifacetada inasequible al lector. Entonces es cuando debe intervenir, una vez más, la prensa. Para despertar al usuario del diario, con un sopapo, de su incertidumbre optimista. Eso es lo que hizo un diario de Vocento el sábado 12 de noviembre, cuando titulaba una información a cuatro columnas “El Banco de España advierte sobre el impacto de la crisis en los vulnerables”. No fuera a pensar el lector interpelado que las cosas se le iban a arreglar antes de los títulos de crédito. Todo es lo que parece. Los gigantes son gigantes y los molinos, con permiso de Gamesa, molinos. (Más…)
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