La autocompasión es una respuesta del individuo hacia-para-con las circunstancias que le rodean y su propia percepción de estas circunstancias. Así, las personas que se compadecen pueden hacerlo de manera ocasional o de manera continuada y metódica. Las manifestaciones de autocompasión esporádica son aceptables. Hacerse la víctima de vez en cuando puede ser incluso beneficioso, como demuestran muchos ejemplos en la literatura clínica, especialmente los casos de Lois Lane, Olivia Olivo o José Mourinho. El problema, tanto para el sujeto como para su entorno, es cuando el ejercicio de la autocompasión es crónico.
El hábito de autocompadecerse se debe principalmente a dos motivos. (Más…) |