Según la página web del Partido Socialista Obrero Español, la organización fundada por Pablo Iglesias en 1879 surge “como expresión de los afanes e intereses de las nuevas clases trabajadoras nacidas de la revolución industrial”. El Partido Socialista nació en la calle fruto de las necesidades de la gente más humilde de la época. En la calle creció y en la calle se fortaleció. Casi 140 años después, en la calle decrece y se debilita a marchas forzadas.

Alguien debería estar planteándose en el Partido Socialista cuáles son los afanes e intereses de las nuevas clases trabajadoras y de las nuevas clases sin trabajo que nacen a paladas, y en algunos casos apaleadas, en la revolución digital. Alguien debería preguntarse quién está convirtiendo el Partido Socialista en una organización en la que los nombres son solamente la excusa para dirimir lo que parece más una guerra entre hermanos que un debate sosegado del que debiera salir una organización, expresión de los afanes e intereses de las nuevas clases sociales que pululan confusas en un panorama internacional cada vez más salvaje y complicado.

Menuda papeleta, y no solo electoral, tiene el viejo Partido Socialista.

Julio Albitre Polo, director de EL KARMA.