marzo 29, 2011

Lo que hay que oír: Ramsay

RAMSAY
Armaggeddon
Producciones Malditas

EP debut de la banda navarra Ramsay, que coquetea con el Thrash, Hardcore y el Heavy Metal. Guitarreo machacón, una batería nítida de fondo y juego de voces a caballo entre lo melifluo y la ronquera crónica por sobredosis de pastillas juanolas. Las letras del grupo se inspiran en lo cotidiano, en los dramas del día a día, en la lírica inherente a la rutina urbana, como Vamos a jugar, inspirada en el asesino psicópata de la serie Saw. Pura poesía intimista. Babilonia es más heterogénea, si cabe, donde el reggae se va de pintxos con el hardcore en un maridaje brutal. Para cargar las pilas.

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marzo 21, 2011

Lo que hay que oír: Garaje Jack

GARAJE JACK
Todo eran canciones
BMG

Si te acuestas por la noche con la radio puesta y da la casualidad de que ponen un especial de Vetusta Morla y otro de la argentina Erica García, esa música se mezclará en tu cabeza y lo más probable es que acabes soñando con Garaje Jack. La potente voz de su cantante pone los pelos como gallinas y la piel de escarpia. Dicen que es una de las pocas bandas de rock and roll que suenan a rock and roll. El grupo, de influencias canónicas (Black Crowes, Rolling Stones, Led Zeppelin) lleva desde el 98 dando guerra y quemando rueda de escenario a escenario. Mai güei or de jaigüei.

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marzo 15, 2011

El Ampli: La noche de las caderas rotas

La música y la danza han ido de la mano a lo largo de la historia de la humanidad. Y nacer sin oído y con dos pies izquierdos, también.

Qué manía. Programas como Fama o en su día Mira quién baila, aunque de manera más rancia, convierten a los que bailamos a nuestro aire en patos mareados que no sabemos por dónde nos da el aire. Coartan nuestra libertad de hacer el chorra en los bares. Reivindico mi derecho a hacer el idiota, de manera desacompasada. No quiero hacer el espagat en el aire, quiero ponerme lo último de Maná, Drama y luz y hacer como que bailo solo Paquito el chocolatero, o enchufarme el directo Live at Cadogan Hall de Marillion y elevar mi mechero con cuidado de no quemarle el pelo a la del cardado de enfrente. Cosa que pasa de vez en cuando. (Más…)
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Revista El Karma