Hotel y Domicilio: La presa desnuda
Ser un roñas puede ser muy peligroso. Especialmente si estás en la Rhodesia de 1860 y las personas a las que rehúsas dar un regalo son los miembros de una tribu de cazadores, ya de por si bastante hartos del hombre blanco. Y claro, la falta de uno afecta al grupo. Uno por uno, los miembros de un safari van cayendo a manos de los indígenas, que querían su video consola y no aceptan un no por respuesta. Al final sólo queda uno de los expedicionarios (Cornel Wilde). Y la tribu le da una oportunidad (por decir algo): le reta a sobrevivir, en pelotas y sin armas, siendo el la presa de una partida de caza. Sin GPS, ni mapa de carreteras, ni un triste tirachinas con el que inflar las narices a sus perseguidores, que le pisan los talones. Todo un clásico del año 66 para disfrutar en DVD, abotargado en el sofá. Horacio Sandoval © humorenlared.com |
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