La afeitadora o maquinilla de afeitar eléctrica es un electrodoméstico inventado por el americano Jacob Schick debido a la incomodidad de afeitarse con maquinilla convencional cuando no se tiene jabón o espuma de afeitar y no se es del mismo Bilbao. Este mismo problema ya lo habían intentado solucionar los antiguos asirios, utilizando para ello castores entrenados, con dudoso éxito. El invento fue comercializado por primera vez en 1931, pero no fue precisamente un éxito de ventas, ya que en plena Gran Depresión pocas casas disponían de enchufes compatibles, y afeitarse a pelo con una maquinilla eléctrica resultaba poco satisfactorio.
La insistencia, el tesón y haber heredado una pasta de una tía abuela de la Argentina hizo que Schick no desistiera y su producto acabara convertido en un éxito de crítica y público. De hecho una de las primeras empresas comercializadoras de las afeitadoras eléctricas, Remington, dejo de producir fusiles para fabricar maquinillas en masa, aunque a partir de 1941 volvió a su antigua actividad, así, sin avisar. (Más…) |