Existen diversas maneras de alcanzar los objetivos que nos proponemos. Una es conseguirlos por nosotros mismos, otra pagar por ellos, otra robar y, finalmente, conseguir que los demás los consigan para nosotros. Cuando esto último se hace de manera sistemática, en el seno de una relación asimétrica con, al menos, otro individuo, saltándonos a la torera las prioridades y disposiciones de este con tal de obtener nuestros fines, nos encontramos ante un caso claro de manipulación.
Según Marion Netta, doctora en psiquiatría por la Universidad Católica de San Gumersindo del Cilicio de Microfibra, de Tegucigalpa, existen tres estrategias básicas de manipulación. “En realidad se reducen a amenazar, criticar e inhibirse…»
«El sujeto manipulado o, como lo llamamos los psicólogos en jerga científica, “el pringao de turno”, puede dejarse comer la tostada (si soy muy técnica me dicen, eh) al generarse en él sentimientos de miedo, culpa o vergüenza…”, explica mostrando unas diapositivas de su becarios. (Más…) |