Ha vuelto a ocurrir: han pillado a otra política jugando a un videojuego en el Congreso. Esta vez ha sido Celia Villalobos, que estaba dándole al Candy Crush mientras su presidente decía que España va bien y la segunda ya tal. Es lamentable, joder. No el hecho de que un representante del pueblo esté durante horas de trabajo jugando a videojuegos. No: lo que me revienta es que siempre que pillan a algún político haciendo esto, es con algún juego de mierda. A Fátima Báñez se le escapó su puntuación en Bubble Shooter y Patxi López jugaba a The Croods en un pleno, cuando podría haber aprovechado para hacer sus deberes del euskaltegi. (Más…) |