Científicos del Vaticano han comunicado que un nuevo y revolucionario conservante permitirá alargar la caducidad de Cristo en las hostias consagradas. El resultado de las investigaciones, supervisadas por la Dirección de Infraestructuras y Servicios de la Gobernación vaticana, y que han contado con el apoyo y asesoría logística de Mondelez International, Kellog’s, United Biscuits, Ferrero Group y Nestlé, ha sido publicado íntegramente en la sección de ciencia de L’Osservatore Romano. Una combinación de ácido sórbico (E200), benzoatos (E219), ácido ascórbico (E300) y disulfito de socio (E223) permitirá que la carne de Cristo en la oblea de comulgar se mantenga fresco hasta dos meses después de la transustanciación en misa. El nuevo aditivo ofrecerá una solución a aquellos feligreses que piden la Eucaristía para llevar y el Corpus Christi se les echa a perder a los pocos días.

Para luego

Las nuevas hostias, según ha informado el Colegio Cardenalicio, encargado de coordinar las pruebas piloto en iglesias de la zona, podrán conservarse fuera de nevera sin que la Sagrada Forma pierda sus propiedades. “Mucha gente que acude a misa y ya ha comido no desea recibir la hostia consagrada en boca, por lo que la recogen haciendo un cacito con las manos, la guardan y luego la consumen en casa. Pero como le pasa al zumo de naranja con las vitaminas, si se deja pasar el tiempo se le va el Cristo. Eso ya no será más un problema”, advierte el Decano del Sacro Colegio, cardenal Giovanni Battista Re.

El Instituto para las Obras de Religión, conocido popularmente como el Banco Vaticano, se encontraría valorando adquirir paquetes de acciones de Door Dash, Glovo, Just Eat Takeaway y otras multinacionales de delivery para generar sinergias empresariales.

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