Un vecino de Regumiel de Quintanapalla, provincia de Burgos, ha manifestado su intención de sumarse a la iniciativa de Donald Trump y adquirir un rompehielos finlandés. El hombre, que encuentra serias dificultades para iniciar una conversación al no encontrar nunca tema y acaba permaneciendo en silencio ante la mirada incómoda de su potencial interlocutor, quiere aprovechar la inercia comercial inaugurada por el presidente de los EE.UU. para hacerse con uno de los buques que se fabrican en los astilleros del país nórdico. El burgalés asegura haberlo intentado todo, desde leerse Cómo ganar amigos e influir sobre las personas, de Dale Carnegie, hasta matricularse en cursillos de improvisación teatral enfocada a conversaciones de ascensor, pero, llegado el momento, siempre se queda en blanco. El hombre confía en que con el rompehielos venza la timidez inicial para sacar tema, y que luego ya se iría soltando según la charla fluya.

Promesas del este

El ciudadano interesado en hacerse con un rompehielos modelo Arctic Security Cutters (ASC), de 110 metros de eslora, 24 de manga, 7 de calado y alrededor de las 7.000 toneladas de peso, se encuentra a la espera de que la empresa Rauma Marine Constructions le pase presupuesto.

“Barato ya sé yo que no me va salir, pero que no sea por dinero. Joder, es que yo veo que la gente se encuentra y se pone a hablar del tiempo, o del Gobierno, o de lo gordo que se ha puesto fulanito, o que ya no se puede salir a la calle por la noche tranquilo, o de lo insoportables que son los adolescentes, o de cómo se ha puesto todo en el súper, o de que no ponen nada decente en la televisión, o de lo pronto que anochece ahora, o de que ya no se puede hablar de nada… Y francamente, me da envidia”, comenta el burgalés, muy ilusionado con lo del barco.

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