enero 20, 2010

Divertirse en el tajo

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r121_videojuegosEl aburrimiento en el puesto de trabajo es habitual desde el principio de los tiempos. Ahí estaban los hombres primitivos que tenían que vigilar la hoguera de su tribu, pintando bisontes y ciervos en las paredes de su cueva. Y es que, no siempre se puede tener una GameBoy encima, un maldito sudoku, o un ordenador con internet, aunque con eso de robar wifi al vecino, ahora la cosa esté más fácil.
El vago no es, precisamente, una especie en extinción. Sabe adaptarse a un entorno hostil mejor que un político en campaña electoral. Para ello, inventa métodos con los que distraerse en el trabajo de su agotadora tarea. Por ejemplo, para compensar la ausencia del messenger en el ordenador de la oficina, muchos empleados tienden a utilizar emoticones en algunos documentos que pasan a sus compañeros.

Ahora, que no mira

También tratan de trasladar al lenguaje oral algunas expresiones de internet, pero eso de gritar XD y LOL está un poco mal visto; podrían dejarte sin admisión.
Otra práctica frecuente es la de enviar, reenviar y requeteenviar mails. Que si van a matar a unos perritos en Cuba, que si cierran el messenger… por no hablar de los mismos chistes y Power Points que llevan circulando por la red desde que se creó con propósitos militares. Al final, con tanto correo encadenado acaban por colapsar el servidor de la empresa.
En estos casos, para que no nos pille el jefe, conviene minimizar deprisa la ventana en cuestión. Por eso, los departamentos suelen organizar un campeonato anual para ver quién es el minimizador más rápido. Yo quedé un par de veces segundo, hasta que descubrí la maravillosa combinación de las teclas de Windows y D, y ya no hay quien me gane. Aunque mi productividad ha disminuido en un 80%.

Sabin Figaro © humorenlared.com

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