Sánchez Ferlosio: el gran gurú de la ciencia ficción
![]() |
|
![]() En 1951 escribe Industrias y andanzas de Alfanhuí. Lo que parece un inocente anticipo del realismo mágico ibérico, es en realidad la obra iniciadora de un nuevo género, la biografía prospectiva. Un niño rubio con un ojo de cada color recorre el mundo, sembrando la polémica y el desconcierto entre los lugareños con su excéntrico proceder. Resumiendo: Ferlosio nos cuenta la vida de David Bowie (1947), el único cantante pop casado con un imán de nevera. Envalentonado por su satisfactorio paso por la ciencia ficción, en 1955 intenta algo aún más difícil y se embarca en su primera novela de ficción anticipativa. La trama gira alrededor de un joven piloto de motocicletas español, muy bajito y supersticioso, que gracias a su tesón consigue hacerse con 13 campeonatos mundiales. A Ferlosio le parece que la historia es demasiado fantasiosa y que no se la creería nadie. Agobiado por los plazos de entrega comprometidos con su editor al final escribe una merienda que pasa en el campo con unos colegas. Del proyecto original sólo mantiene el título: El Jarama. Esto lo he leído antes El hecho de que Sánchez Ferlosio abandonase la escritura de ficción durante muchos años para centrarse en la confección de crucigramas para suplementos semanales no hace sino añadir un halo de misterio al escritor. Sin embargo no se ha terminado de reconocerse su mérito. Mucho premio Nadal, Cervantes y Nacional de las Letras Españolas pero ni un premio Hugo. Ni un Nebula. La ciencia ficción española nunca ha reconocido a uno de sus hijos más ilustres. Irene Altuna © humorenlared.com |