febrero 14, 2010

Acagar. Entra en un truño nuevo

Gerardo Díaz Ferrán, Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE)-ko presidenteak,  zulo beltzez, avatar birtualez eta antimateriazko aitorpenez egindako produzkzio ikusgarria protagonizatzen du Pandereta planetan.

Pandereta está habitado mayoritariamente por los Naavi, humanoides asalariados o autónomos en su mayor parte cuya epidermis muta hacia el morado según se aproxima el fin de mes.
“Pasan por diversas fases de azul, un color que tiene su origen en los buzos que vestía su clase trabajadora hasta los años sesenta. Pero hoy eso ya no existe, porque son todos de clase media, ¿sabe usted?”, explica el economista Adán Herrero.

Pese a las diversidades lingüísticas y administrativas, una élite económica controla el planeta aferrada al derecho mercantil, un complejo códice que recoge normas ignoradas por el grueso de la población. Esta élite que utiliza dos poderosas herramientas en simbiosis neuronal con el poder político y el judicial: El Expediente de Regulación de Empleo y el Concurso de Acreedores. “Es nombrar esas palabras y ver extenderse el pánico”, afirma Pérez, que prepara su tesis doctoral sobre la relación entre la extinción de las clases sociales en Pandereta y la figura arquetípica del Naavi Concejal de Urbanismo y Transportes. La propiedad real de las cuevas donde habitan los Naavi es de los bancos, sus vidas dependen de un salario más o menos abultado y un 11,3% de su población es oriunda del borde exterior de la galaxia global. “Estos últimos tienen la pintoresca costumbre de sentir apego por sus familiares y ahorran durante años para pagarse un pasaje de avión”, explica la ufóloga Sigurney Güiber.

El 22 de diciembre pasado 7.000 se quedaban en tierra por la suspensión de vuelos de Air Comet, decretada por un juez británico. El 23, Air Comet presentaba un expediente de regulación de empleo para 666 empleados. “Hemos elegido ese número por ser altamente significativo, no sé si me entiende”, explicaba Díaz Ferrán a un redactor del periódico económico Cinco Pifias. No tenía Díaz Ferrán a su lado a Anne Igartiburu, imagen oficial de Viajes Marsans, la joya de su imperio empresarial. La Naavi de Elorrio presta su imagen a la agencia de viajes pero su contrato (valorado en 200.000 euros) no incluye comparecencias en ruedas de prensa para compañías liquidadas. “Anne lo está pasando ho-rri-ble-mente mal que te pasas. En 2005 fue la imagen de Marina D’Or y fíjese lo que ha pasado luego con el ladrillo. Ahora resulta que Marsans emite cheques sin fondo en la Argentina, y lleva tres meses sin pagar a sus empleados. Va a pensar la gente que es una gafe y no la van a contratar más”, gimotea su representante Buzz Aldrinkoetxea.

Soledad Anónima

Allí estaba pues Díaz Ferrán dando la cara más dura, algo que lleva haciendo desde 1967, cuando fundó la empresa TRAPSA, para el transporte de seres humanos en autobús en diversas zonas de Madrid. “Aquellos eran otros tiempos, ¿sabe usted? No hubiéramos permitido semejante motín de viajeros. Hay que joderse con las relaciones públicas”, recordaba con nostalgia. Él, que el 18 de septiembre de 2008 se mostraba partidario de “hacer un paréntesis en la economía de mercado”. Él, que en un acto de la CEOE pensando que tenía el micrófono cerrado calificaba de “cojonuda” a la presidenta de la Comunidad de Madrid mientras ésta clamaba contra las subvenciones públicas. Finalmente, achacaba el cierre de Air Comet a que el Instituto de Crédito Oficial, dinero público, no le había echado una mano al bolsillo de todos. Un hombre hecho a sí mismo que veía cómo Caja Madrid le denegaba un crédito de 26,5 millones de euros por el pequeño detalle de intentar avalar la operación con unas acciones ya presentadas como garantía a Banesto. “Un despiste lo tiene cualquiera, que se vayan a cagar”, comenta Díaz Ferrán, aferrado a su auto-ejectable sillón presidencial en la CEOE.

Abel de las Heras © humorenlared.com

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