febrero 17, 2010

Juego de Niños: Qué monos

columna_elene_cabecera_gr
Cuando van en el cochecito, dormidos y felices ¡qué monos! Provocan miradas de ternura en cualquier lugar público. Pero si la criatura se despierta y llora, y grita, aparecen caras de incomodidad y de fastidio.

Cuántas veces lo he visto en el metro. Primero, la madre mece suavemente el cochecito. Luego, más fuerte. Aumenta la tensión y viene el “¡chsst, calla!”. Y por último el chupete. También hay quien utiliza ese tapón desde el principio. Se hace la paz. El pasaje respira aliviado. Ven al angelito en silencio y de nuevo ¡qué moooono!

Pero puede ocurrir la catástrofe. Ninguna de las estrategias funciona: los llantos van en aumento. La madre lo pasa mal. Algo le dice en las tripas que su bebé necesita estar pegado a ella. Si lo toma en brazos, habrá quien le amoneste: “No le cojas, que luego se mal acostumbran”.

Con lo fácil que es todo. Yo no me suelo entrometer, pero siempre me dan ganas de decir a la amatxu en apuros:  Cógele, ¡somos monos!

Elene Ortega Gallarzagoitia © humorenlared.com

Pincha aquí para ir a otras columnas de Elene Ortega Gallarzagoitia

Pincha aquí para ir a las columnas de los colaboradores más buscados