marzo 10, 2010

Psico: Todo contexto

Los trastornos psicológicos no existen en el vacío. Muchos comportamientos considerados anormales pueden ser aceptados si se dan en un entorno y unas circunstancias determinadas. Según Christofer O’Carrill, coautor del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales para mascotas, la masa social y la ubicación espacial marcan la catalogación del trastorno. “Una persona que camina sola por la calle murmurando el padre nuestro y se pone de rodillas de manera intermitente, es considerada una trastornada. Sin embargo, si presenta el mismo comportamiento junto a varias docenas de individuos en un lugar cerrado con una cruz gigantesca en el medio, a ese sujeto se le tiene por alguien que se ajusta a los estándares sociales”, explica O’Carill.
Lo mismo sucedería con alguien que llevase la cara pintada y fuese tocando una trompeta. Si no lo hiciera en los aledaños de un estadio de fútbol en día de partido, se le consideraría “para internar”.

La psiquiatra Margarita Xirgú Tagutarrak ha estudiado otros paradigmas relacionados con la tecnología. Según Xirgú, “con algunas aplicaciones tecnológicas sucede como con los estupefacientes: si están presentes en el desarrollo del comportamiento se consideran atenuantes”. Es el caso de aquellos que hablan solos haciendo aspavientos. Si se adivina que portan un auricular en la oreja se da por sentado que habla por su teléfono móvil, y su conducta se considera normal, “aunque sólo profiera insultos y palabras incoherentes”.
Los estudios psiquiátricos que pretenden diagnosticar los trastornos aislando a los pacientes dudosos de toda influencia exterior, encerrándolos en cámaras acolchadas, no son aún determinantes.

Dra. Luisa Bergara © humorenlared.com

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