Butaca de Gallinero: Qué fue de
 |
|
| Soy muy aficionado a la frase “con lo que parecía que iba a ser y luego nada”. Agorera sentencia referida a todos esos actores y actrices que acariciaron la gloria con la punta de los dedos (de esos dedos cansados de cargar bandejas de café de garrafón y de arañar propinas roñosas en cafeterías de Los Ángeles) y que se esfumaron (o al menos se difuminaron) en el limbo de Hollywood. Recuerdo a Julia Ormond. La gran esperanza británica del cine USA, con su Sabrina y su Smilla. Pero pecó de ambiciosa, se apartó del mundo para rodar durante mucho (demasiado) tiempo una película de Mihalkov que fracasó y ahora languidece con papeles secundadísimos en televisión o filmes de bajo presupuesto. Algo parecido le pasó a María Pitillo, que después de protagonizar el blockbuster Godzilla tuvo un papel en la serie Providence y, si te he visto no me acuerdo. Sin olvidarnos de Leslie Mann, que apuntaba maneras en George de la Jungla, pero que en los últimos trece años sólo ha participado en catorce producciones con papeles de poca monta. Con los actores sucede tres cuartos de lo mismo. Joseph Mazzello, por ejemplo, el chaval que despuntaba en Parque Jurásico tuvo su época de gloria a mediados de los noventa, pero desde que le salió el bigote puede dar gracias si hace una anuncio de antidiarreicos. Amaia Salamanca, toma nota, que como decía aquella serie “Nada es para siempreee…” Roberto Aguirre © humorenlared.com |
|
Pincha aquí para ir a otras columnas de Roberto Aguirre
Pincha aquí para ir a las columnas de los colaboradores más buscados
