marzo 24, 2010

Psico: Fobia a los sofás

En la literatura clínica dedicada a las fobias encontramos que existe un pequeño porcentaje de la población que profesa un miedo irracional y profundo a un objeto tan común y aparentemente aséptico como lo sofás. La sofafobia (no confundir con la sofofobia, o miedo a aprender) provoca a quien la padece una incapacidad visceral por tumbarse, sentarse o ni siquiera acercarse a este tipo de mueble. “Los posibles causas de este miedo irreprimible son diversas”, explica el psiquiatra y decorador de interiores Álvar Mario Empotrado. “El desencadenante puede ser el color, especialmente la tonalidad lima fosforescente si el afectado sospecha padecer algún tipo de epilepsia”.
Los estampados con plantas carnívoras, la ubicación del sofá cerca de un panal de avispas o de un acantilado, o un mantenimiento deficiente (con muelles afilados sueltos) también pueden potenciar la sensación de rechazo.

Irracional según y cómo

Algunas corrientes psicológicas, no obstante, restan importancia a las causas centradas en la naturaleza física del sofá y prefieren centrarse en motivaciones más profundas del individuo. Para Marifé L’Puddo, directora de la clínica de trastornos inmobiliarios Virgen del Biombo, “el sofá simboliza tocarse las narices, no hacer nada, ser un parásito. Y eso hay una pequeña parte de la gente que lo lleva mal. Vivir para ver». L’Puddo es partidaria de terapias expositivas, como hacer cargar y descargar camiones de sofás a los sofáfobos durante semanas, sin contrato ni sueldo. Ya ha encontrado diversos almacenes de muebles dispuestos a colaborar con el programa de rehabilitación. Todo por el bien de la ciencia.

Dra. Luisa Bergara © humorenlared.com

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