abril 21, 2010

Hotel y Domicilio: Celda 211

Algo le decía a Juan que en su primer día de trabajo como funcionario de prisiones algo se iba a torcer. Un alguacil gilipollas, tal vez. La llave de alguna celda que se atasca, a lo mejor. Lo último que se imaginaba es que iba a verse en medio de un motín. La primera en la frente. Pero lo peor estaba por llegar: los presos amotinados creen que él es uno de ellos.
Y claro, quién es Juan para llevarle la contraria a Malamadre, un Luis Tosar de agua aguardentosa y más brusco que Harry el Sucio recién levantado de la siesta. Daniel Monzón, su director, se ha hecho mayor. Alejado de engendros anteriores como El corazón del guerrero o El robo más grande jamás contado se marca un thriller carcelario de los de hacerse uno con la butaca.

Horacio Sandoval © humorenlared.com

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