mayo 19, 2010

Beber sin Sed: Absorber

columna_bas_cabecera_gr
Ante la masiva ola de tropezones (como los llamó un prelado con unos huevazos como cebollas) cometidos por curas, es decir, delitos de pederastia, la Iglesia se ha visto obligada a desechar algunas oraciones, versículos evangélicos y fórmulas sacramentales. Sobre su desfachatez y vergonzosa actitud respecto a los “tropezones” parece que no ven la necesidad de cambiar nada; si acaso, a peor.
Fuera por ejemplo la cursilería aquella de “Cuatro esquinitas tiene mi cama, cuatro angelitos que me la guardan”, que lo del sexo de los ángeles nunca ha estado claro y los querubines parecen niños.
Derogada también “Con Dios me acuesto, con Dios me levanto, con la Virgen María y el Espíritu Santo.” Orgía variada con zoofilia incluida. Extirpadas del evangelio de Marcos las palabras atribuidas a Jesucristo “Dejad que los niños se acerquen a mí.” Que no está el horno para muchas más hostias.

Y eso sí, por honradez práctica, van a cambiar la fórmula habitual de la absolución al confesante, tras imponerle la penitencia (¡hala!, ya estás limpio; a pecar de nuevo), de “Ego te absolvo”, por la más ajustada a la realidad oral de “Ego te absorbo.” Podéis ir en paz.

Juan Bas © humorenlared.com

Pincha aquí para ir a otras columnas de Juan Bas

Pincha aquí para ir a las columnas de los colaboradores más buscados