Butaca de Gallinero: Tomas falsas
Hace un par de meses toqué el tema de los contenidos extra en los DVD. Pues bien, uno de esos contenidos, uno de los más apreciados, son las tomas falsas. Esas escenas filmadas que vienen a demostrar que los actores, directores, técnicos de sonido, operadores de cámara o scripts también la cagan de vez en cuando. Lo que resulta curioso es que hace años, cuando el divismo y el glamour eran algo valorado y no se estilaba tanto lo de sacar los defectos a los semidioses de Hollywood, estas tomas falsas quedaban ocultas en lóbregos almacenes de estudios de cine. Kilómetros de celuloide, testigo de sesiones poco inspiradas, errores técnicos, y patinazos memorables (“memento mori, Gary Cooper”), enmohecían para resucitar esporádicamente en las salas de proyección de coleccionistas privados aficionados a las anécdotas cinéfilas. Pero eso se acabó. Una película sin tomas falsas ya no es lo mismo. Bien incluidas en los mencionados extras del DVD en cuestión o insertadas en los créditos finales. Hasta el punto de que los films de animación también las tienen. Solo que no las reales. Ya me gustaría haber visto la escena en que un técnico contempla con horror que ha saltado la luz durante la noche en los estudios Pixar y todo el renderizado de Toy Story se ha ido a la mierda perdiendo un día entero de trabajo y varios miles de dólares. |
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