Cómic: Astro City
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 ASTRO CITYBussiek , Anderson & Ross Norma Editorial La reedición de los comic de Astro City, la creación de Kurt Bussiek de mediados de los 90 es la oportunidad perfecta para redescubrir esta nueva reconstrucción del mundo superheroico al calor de la deconstrucción del héroe. Si en El regreso del señor de la noche conocíamos a un Bruce Wayne demasiado viejo para esta mierda o en Born Again veíamos a un Daredevil que se quedaba tirado en la calle, con lo puesto, sin familia, ni amigos, ni tarjeta de la seguridad social, Astro City es lo opuesto. El regreso al cómic brillante de la época dorada del tebeo, en la que a nadie le sorprendía ver a un hombre volar siempre que diese los buenos días al pasar a nuestro lado. Es el reverso luminoso de Watchmen. La ciudad de Astro City alberga una densidad de superhéroes por kilómetro cuadrado inédita. Y todos son fácilmente reconocibles. El Samaritano es un superhombre de origen alienígena obsesionado con ayudar a los demás pero al que nunca le queda tiempo para sus cosas (volar, vuela, pero siempre estresado, sin tiempo para contemplar las vistas). El Confesor, siempre acompañado de su sidekick de saldo El Monaguillo, es una suerte de Batman al que los villanos temen por su carácter agrio, sus coqueteos con el vampirismo y su afición a la música Emo. Jack-in-the-Box es el Spiderman de la historia, pero vestido de payaso (literalmente) en vez de araña blaugrana, perseguido por su progenie proveniente del futuro. Y a la colección se unen MPH (un Flash afroamericano), la Primera Familia (los Cuatro Fantasticos estilo Falomir Juegos), Beautie (la Visión en versión femenina)… Los malos también tienen su corazoncito es este universo, como Carl Donewizc, alias Acero por estar cubierto de esta aleación. Él hombre fue un supervillano, pero una temporada en la cárcel le redimió. Total, para estar de nuevo en la calle, sin trabajo y aguantando las bromas de sus antiguos compañeros de fechorías. Una lectura de lo más disfrutable que huye del cromatismo de los grises oscuros y los naranjas oxidados, para variar algo la tendencia. © humorenlared.com
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