Puños Fuera: Hipócritas
El lunes de aguas una caótica comitiva baja por el río Tormes hacia los arrabales salmantinos. Encabezada por el Padre Lucas, al que el vulgo rebautizó como Padre Putas, las prostis locales vuelven a la city en algarabía del populacho estudiantil que las recibe en orgía de abrazos y hornazos. Turistizada y protagonizada hoy por actrices y no meretrices, la bajada actual representa el regreso de la vida licenciosa, alejada provisionalmente de la villa manu militari durante la Cuaresma. Hasta luego, Lucas.
En septiembre, la nueva ordenanza urbana bilbaína apartará también de los ojos de los ciudadanos de bien prácticas desordenadas e intolerables para las autoridades locales. Los cruzados mágicos aliados en el consistorio (demócrata-cristianos a la vasca y cristianas por el socialismo desbravado) importan así la normativa metropolitana del blanco inmaculado a la ciudad del museo de titanio. «Ojos que no ven, corazón que no siente», refrán preferido por cornudos e hipócritas de sacristía, inspira a estos meapilas que pretenden expulsarnos de las calles para que, como ellos, pequemos en privado. Libertinos: es hora de alzar no sólo nuestras copas. |
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