Gora Euskadi: Mucho me parece
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| Y estos rasgándose las vestiduras porque los mayores cobran 600 euros al mes. Pero si tiene que dar gusto llegar a viejo sólo por cobrar esos 600 eurazos. Vamos a ver, para qué quieren los ancianos tanto dinero, en qué se lo van a gastar, si ya tienen la casa pagada y los hijos criados. En el fondo, la Administración sólo mira por su bien. Para que no se gasten las perras a lo tonto, en dar de comer a las palomas, que no hacen más que ensuciar las calles con sus excrementos y transmitir enfermedades (las palomas, digo), o cosas por el estilo. Así se ven en la obligación de administrar bien su dinero y evitan la tentación de estar todo el día en la calle, paseo que va y paseo que viene, cogiendo frío (que luego abarrotan las salas de espera de los ambulatorios), que ahora con la crisis del ladrillo ya no hay obras para entretener a los viejos y estos se aburren y gastan en vicios. Y no es plan. No señor. Además, entre los ciclistas que van por la acera y el incremento de la delincuencia, que hay que ver cómo se está poniendo la cosa, ya lo dice ese periódico, lo mejor es que los mayores se queden en casa, viendo Saber vivir. Porque esa es otra, con 600 euros los mayores van a tener que andar con más ojo. Tendrán que comprar en el súper con más cabeza, no lo primero que pillen. Mirar las ofertas y comprar lo más barato. Que ponga “consumir preferentemente antes de” no quiere decir que esté malo. La cosa no es para tanto. Ahorrar es fácil. Para empezar, el 21% de las personas de la tercera edad viven sin calefacción y el 35% en casas sin ascensor. Menos gasto en facturas y comunidad. Y si tienen la suerte de pertenecer a ese 30% de octogenarios que viven en soledad no hay que repartir la pensión. Todo suma. Aún así, algunos ancianos siguen quejándose de cobrar poco. Cuando la culpa es suya. Si ese 43% que tienen nietos no los cuidaran gratis, por la patilla, sin cotizar por sus servicios a la seguridad social, otro gallo les cantaría. Con tanto lamento parece mentira que hayan nacido en plena posguerra. Héctor Sánchez © humorenlared.com |
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