diciembre 2, 2010

Península Histérica: Berlín

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Aprovecho el viaje de unos amigos a  Berlín para abandonar el histerismo ibérico por unos días. Berlín en invierno sigue siendo esa ciudad dinámica  y atrayente que recuerdo de viajes anteriores. Con una extraordinaria oferta cultural  y la duplicidad de equipamientos de que la dotó la esquizofrénica división de la guerra fría.

Pero lo más interesante es que continúa existiendo un interesante movimiento autónomo y alternativo. Quizás sin la efervescencia y resonancia de años anteriores, pero no deja de ser un más que interesante ejemplo de autogestión. Muchas de las antiguas okupas han logrado acuerdos de permanencia simbólicos con las instituciones. Sus habitantes logran estabilidad y las instituciones se libran de quebraderos de cabeza. Muchas de estas casas mantienen abiertas habitaciones para invitados que viajan puntualmente a Berlín o que necesitan alojamiento durante algo más de tiempo hasta que logran establecerse en otro lugar.
Visitamos Tommy Haus, la Kopi, Rote Inles y algunas otras que nos quedan por ver. Todas se organizan y alternan de manera que cualquiera pueda cenar bien y muy barato durante cada día de la semana. Hay otras cosas, aún no las hemos visto…

Miguel Fernández © humorenlared.com

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