Oreja a la Plancha: Intermediarios
Necesito esa canción que me agarra así de los huevos, y la necesito ya. Supongo que todo el mundo experimenta una sensación parecida de vez en cuando. Quizá de primeras no viene a la mente la información completa sino un trozo informe de melodía o de puro color tímbrico, o quizá un fragmento de cierta sucesión de acordes. Qué rayos era esto, qué canción. Quizá al cabo de un rato uno acaba por recordar de qué se trataba y acude corriendo al equipo de música, a la estantería llena de cds, casetes, vinilos o lo que corresponda, lo que haga falta. Allí donde esté. Quizá al ordenador. Esta necesidad es perentoria, urgente, y su imprescindible resolución se pasa por el forro los formatos, las descargas legales o ilegales, los itunes o spotifys de turno y la madre que los trajo a todos. Lo quiero y lo quiero ahora, como sea. Lo necesito. En momentos así, la figura de cualquier tipo de intermediario se empequeñece, se ve devaluada, si no ridiculizada, por muy importante que sea su papel dentro del engranaje. Esto es un puzle de dos piezas. ¡Que se aparten todos los que no sean el melómano y su objeto de deseo! Juan Abarca © humorenlared.com |
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