El Ampli: Ecualizando gripazos
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![]() Me encuentro fatal. No sé si la culpa es por salir a la calle en tanga en pleno invierno o por lavarme los dientes con el cepillo de mi hámster. Es el mi personal Armageddon, como el disco de los Ramsay. Me pongo el álbum de La Célula Durmiente, ese que se titula Disco póstumo. Qué optimismo el mío. Pasan las horas y la cosa no mejora. Me siento morir. Sólo deseo dejarme llevar por el arrullo de la música del Rarities de Emiliana Torrini, la islandesa que no es Björk pero que seguro que es pariente. Mi mente se nubla. Me quedaré inconciente. Eso me recuerda que aún no le he quitado el celofán al disco de Koma. La maldición divina se llama. Me han leído el pensamiento. Sólo espero que el título de lo nuevo de Deer Tick, The Black Dirt Sessions, no sea premonitorio. Sólo me faltaría tener un ataque de diarrea nerviosa. Me doy cuenta de que llevo días sin salir de casa por la enfermedad y nadie me ha llamado. Mi amigos y familiares no han tenido ni un gesto. Ni siquiera Gestos invisibles. Menos mal que siempre me queda Ende para hacerme compañía. Se sentirán muy culpables (mis amigos y familiares, digo) cuando empiece a oler mal en la escalera y me encuentren devorado por mi propio hámster. Sólo quiero que me hagan mimos. Que me dediquen un disco, como ha hecho Remate con Superluv. Por lo que tiene de romántico. Aunque no sea una actriz porno. Repaso una vez más el resultado de mis últimos análisis. Falta de hierro. No lo entiendo, mi colección de metal está actualizada. Veamos, el Legacy of Ashes de Sinister, el Black Masses de Electric Wizard, La Fases de la Luna de Tony Sölo, el cantante de Sangre Azul… No sé que ha podido fallar. Esto se está calentando Pasan las horas y me sube la fiebre. Eso no me importa tanto. Puedo bajar al portal y comenzar a delirar, esta vez con justificación. Los vecinos me seguirán mirando mal porque son unos insensibles. Especialmente cuando empiece a tiritar. Al menos PJ Harvey me comprende. Seguro que ha titulado a su nuevo disco Let England Shake en honor a mi situación. Vaya, sí que me han pillado fuerte los delirios. ¿Acaso este es el fin? Y, si la espicho, ¿iré al paraíso? ¿Al Valhalla tal vez? ¿Será como una pista de baile? Que no lo digo yo, que lo dicen los British Sea Power con su nuevo álbum Valhalla Dancehall. Parece que no hay vuelta atrás. No quería hacerlo pero se impone la cordura. Necesito un gramo. Y no Un gramo de fe, que dirían los Pony Bravo, sino de paracetamol. Seguro que me sentiría mucho mejor, se acabaría mi sufrimiento y mis zozobras. Bah, paso. Por no levantarme del sofá… Javi Trilobite © humorenlared.com |
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