marzo 7, 2011

Oreja a la Plancha: Donde las Thomann

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Por si no quedaban negocios relacionados con la música por destruir, internet ha supuesto también un duro golpe a la venta de instrumentos musicales, accesorios y demás. Pero en este caso no se trata de un cambio de esos que suponen un aumento de las libertades y bla, bla, bla. Se trata simplemente de que la venta on-line de objetos que se envían por correo a cualquier parte del mundo ha propiciado que sólo sobrevivan los más gordos gracias a que sus precios son más baratos.
En resumen, dos tiendas alemanas se han llevado el gato al agua casi totalmente. Suena un poco a globalización, ¿no? No estamos hablando de multinacionales agresivas, sino de empresas grandotas serias, que ofrecen un buen servicio y tienen empleada a mucha gente… pero para bien o para mal las tiendas de barrio se han ido al carajo. Para mal, dirá el que tenía una y le iba bien. Para bien, digo yo mismo que ahora pago un 25% de lo que me gastaba en cuerdas y púas, y encima he podido poner en estas últimas el logo del grupo y el dibujo de una simpática ladillita. Qué mona.
Siempre surgen inventos que obligan a cambiar los modelos de negocio y todo eso, pero es que lo de internet es brutal, fulminante. La de gente que tiene que haber por ahí cagándose en sus muelas.

Juan Abarca © humorenlared.com

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