5.000.000: Oír. Ver. Callar.
Los datos de la última Encuesta de Población Activa no dejan lugar a dudas: por simple ley de probabilidades todo el mundo conoce a alguien que está en el paro. Y sin embargo… Hubo un tiempo en que los principales indicadores macroeconómicos (Producto Interior Bruto, Renta Per Cápita, Masa de billetes de 500 euros en circulación, Ratio de Farlopa por fosa nasal y habitante…) iban sobrados y el paro registrado “apenas” alcanzaba dos millones y pico de personas. La vida era un anuncio de telefonía móvil, los asalariados más aburbujados especulaban con su tercera vivienda sobre plano y los sindicatos negociaban en la administración pública y las grandes empresas subidas salariales. Más allá existía el mundo de las pymes y los autónomos, donde la palabra “precariedad” mueve a la risa floja y se concentra el 90% de la masa laboral. Hoy todo eso forma parte de la historia. En Euskadi, donde la situación estadística es mejor, el secretario general de ELA, Txiki Muñoz lo tiene claro, o eso parece: “Los políticos no van a resolver nada porque están en la nómina del capital. Claro que los asalariados también están en la nómina del capital. Y como el Estado y los funcionarios públicos también estén en la nómina del capital al final qué va a ser esto…”, reflexionaba durante la manifestación del 1º de Mayo. Una masacre silenciosa ha dejado a 1.386.000 familias con todos sus miembros en el paro. Paolo Bacile ha visto el filón. Máximo responsable de Telecinco y Cuatro prepara una nueva hornada de reality shows. “Los que están ya en el paro, verán que no se pierden nada. Mientras tengan para pagar la luz, podrán ver la tele. Los que tienen trabajo entenderán mejor las relaciones laborales modernas”, afirma. En El Juego de Tu Empleo, el propietario de una empresa en dificultades someterá al polígrafo a sus trabajadores a fin de descubrir al candidato idóneo al despido. En Operación ERE serán los propios trabajadores los que puedan nominar mediante SMS a sus compañeros para ser despedidos. “Primero no renovaron a los eventuales a tiempo parcial, pero a mí no me importó porque yo no lo era; enseguida se llevaron a unos fijos discontinuos, pero a mí no me importó porque yo tampoco lo era, después prejubilaron a los mayores de 50, pero a mí no me importó porque yo no llego a la edad; luego aplicaron un ERE, pero como yo soy delegado sindical, tampoco me importó; ahora la empresa despide a la mitad porque dice que va dar pérdidas, pero a mí el patrón me ha prometido un buen enchufe en otro chiringuito”, comenta un liberado sindical que empezó empleando sus horas para resolver algunos problemillas personales y acabó haciendo de asistente para su amo. Para este sujeto, el futuro está en el sector servicios, “más concretamente en la servidumbre total, lamidas de culo incluidas”, acota. A pesar de bodas reales, encuentros Madrid-Barcelona, ilegalizaciones de candidaturas y demás variedades de opio al pormayor, los cinco millones de parados en España son un dato tan escalofriante que extraña a algunos que no haya prendido la mecha de la explosión social como en Grecia o en los países árabes. “Calle, que no pasa nada. Además ya harán algo el gobierno, los sindicatos, la patronal, Cáritas, las obras sociales de las cajas de ahorro o mis padres…”, comenta Luis Pano, mientras ojea el suplemento que dedicó El País Semanal el 1º de mayo a la clase trabajadora. Asombrados por la paz social imperante un panel de investigadores del Instituto Bozal para las Relaciones Laborales con sede en Bruselas ha visitado en los últimos quince días la piel de toro encontrando un panorama que definen como una mezcla perfecta de “anestesia y terrorismo”. En opinión de su coordinador el danés Heski Röll, la cosa no explota porque los parados no han perdido la paciencia y los que todavía tienen trabajo no han perdido la esperanza de conservarlo, al precio de su sumisión. La fiera del desempleo afila sus garras. Hay comida de sobra. Para todo lo demás: www.ine.es Y EPA ahí! www.lanbide.net Ventanilla única en Euskadi Abel de las Heras © humorenlared.com |
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