Gora Euskadi: Atapuerca revisitada
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El titular de la noticia es especialmente engañoso. Después de leer sobre los restos arqueológicos de ETA uno puede imaginarse otra cosa. Puede pensar que se encuentra ante un descubrimiento histórico. Que han aparecido pinturas rupestres en Santimamiñe de mamuts cazados con bombas lapa. O pistolas STAR construidas con sílex. O cartas exigiendo el cobro del impuesto revolucionario talladas en tablillas de arcilla con escritura cuneiforme. Nada más lejos. La noticia trata sobre el hallazgo fortuito en el bilbaíno monte Artxanda de un bidón con armamento, abandonado hace 20 o 30 años. Pocos años para que el carbono 14 arroje luz sobre el asunto. Aparte del titular, el resto de la información continúa escrito en un tono jocoso. Quitando hierro al asunto. Como cuando habla de que las armas estaban cubiertas de “roña”, término más propio para referirse al cuarto de baño de un piso de estudiantes que a un alijo de armas abandonadas. O cuando explica que no se habían podido contemplar reliquias de ese calibre, nunca mejor dicho, desde la apertura por parte del exmiembro de ETA, Xabier Zumalde El Cabra, de un museo (prontamente clausurado) allá por 2004. ¿Qué lección se supone que debemos extraer de la redacción de la noticia? ¿Que cuando las cosas se dejan por cualquier sitio, de cualquier manera, pasa lo que pasa? ¿Que el orden es importante? ¿Que quien haya dejado las armas de Artxanda de aquella manera no esperaba visita, de acuerdo, pero que eso no es excusa? ¿Que, cuando hay redada, es la policía la que tiene que poner orden para que en la foto no aparezca todo desangelado (los subfusiles con los subfusiles, las pistolas con las pistolas, los carnets falsos con los carnets falsos… todo bien alineado encima de la mesa)? El redactor cierra el texto rememorando la intención de El Cabra de cobrar la visita a su fugaz museo. Tal vez dando ideas de viabilidad para llenar el vacío dejado por el cierre de Chillidaleku. Héctor Sánchez © humorenlared.com |
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