El Ampli: Canapés que me ves…
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![]() Un amigo me invita a una fiesta en casa de un conocido suyo y quiere que vaya con él porque allí no va a conocer a nadie y es bastante pringao como para llegar y ponerse a jugar a la DS en una esquina. Me dejo convencer y accedo a acompañarle. Así que nos dirigimos a la casa de la fiesta. Es de noche. El río está más oscuro que las gónadas de un ortóptero. Es el Río Negro al que canta Juan Perro. Absorto en estos pensamiento termina nuestro Peregrinaje, mucho más aburrido que el de Joaquín Taboada. Acoplados a la fiesta me pongo a observar al personal en plan agente encubierto, con medio Massive Underground de la Kinky Beat sonando en mi cabeza. Mucha gafa de pasta, mucho flequillo pegado, mucha camiseta del Comando G. Por fin identifico mi objetivo: la mesa de las tortillas de patata. Nunca el kitsch fue tan chic. Al menos para mi estómago. Rememoro extasiado el título del nuevo disco de Supersubmarina: Realimentación. Es que es lo que toca. Dedicación Cuando voy por la segunda bandeja miro al frente y una chica ocupa mi campo de visión. Lo que veo me maravilla. Es justo lo que estoy buscando. El pudor me puede pero me doy un Ultimatum como Alkhemit y me animo a hablar con la muchacha. Me empieza a contar que The Japanese Popstars ni son japoneses ni hacen pop, sino electro house, que se muere de ganas por escuchar Controlling Your Allegiance y las minifaldas de tablas plisadas ya no se llevan. No calla. Empiezo a arrepentirme de mi incursión. Pienso en una vida más fácil. If life was easy… Qué razón tienes Roger Glover. Cuando le pregunto si cree que Tony Genil debería ser el nuevo cantante de Red Hot Chili Peppers se marcha. Qué ironía, llamandose el nuevo disco I’m with you. Casi mejor. La chica no me interesa. Lo que quiero es el bol de cacahuetes salados que está a su espalda. Objetivo primario alcanzado. Agüaiting orders. Con tanta comida me da un apretón de los de competición. Me acerco al baño, pero está abarrotado y hay cola. Como las de los conciertos de OBK, aunque en ese caso creo que acuden las mismas que lo hacían 20 años antes de que la pareja sacara el 2OBK. La música es imprescindible a la hora de montar una fiesta casera. Eso sí, el DJ siempre tiene la razón. No se admiten peticiones. La gente que sale aspira por la nariz repetidamente. La sinusitis está pegando fuerte este año. Unos deben ser fans de Delola porque salen al salón mientras van murmurando Tan solo por esta noche con mirada culpable. Otros, sin embargo, deben de ser más de Extremoduro porque farfullan algo sobre Material Defectuoso. También dicen algo de patearle el culo a un camello. Debe de ser algo de la Biblia. Mucho más aliviado pero igual de aburrido me decido a meter mano al ordenador y autoproclamarme nuevo DJ. La selección no está mal pero me la cargo igualmente. Pongo temas del Lupercalia de Patrick Wolf a todo volumen y alcanzo altas cotas de locura country-surfera pinchando temás del disco directo de Dos Bandas y un Destino. Pongo lo que me sale de las narices. Los de la sinusitis pasan de todo. Ecualizando la ciudad Varias horas y canciones de Manolo Escobar después se acerca el final de la noche. Preparo la pista de aterrizaje poniendo algunos temas tranquilos de La Locura del Zurdo y del último trabajo de Kike Mora, Jazz Project. El fin de fiesta lo pone Cuando todo acabó de Laura Bruja. Qué control. Qué bien traído todo. Somos los últimos de la fiesta. Le digo a mi colega que ya que nos hemos comido los dos solos más de la mitad de los canapés de la fiesta, nos ofrezcamos a limpiar y a recoger la casa del anfitrión. Mi colega acepta a regañadientes y se dirige a coger los escobones y las fregonas. Cuando está a punto de acercárseme con las bolsas de basura le señalo algo a su espalda y aprovecho para salir del piso de un salto y bajar por las escaleras como alma que lleva el diablo. No me preocupa. A la próxima fiesta me va a invitar igual. Javi Trilobite © humorenlared.com |
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