Hotel y Domicilio: Sucker Punch
 |
|
 Sucker Punch es como esas hamburguesas especiales de la casa que llevan un poco de todo. El problema con esos emparedados es que pretenden ser tan densos que comerlos es toda una proeza. Todos los ingredientes acaban desperdigados por la mesa, poniéndolo todo perdido de ketchup, mayonesa y el otro millón de salsas embutidas entre pan y pan. Total, para que al final solo sepa a carne, cebolla y una especia sin identificar.Sucker Punch es lo mismo. Zack Snyder ha decidido prescindir de adaptar historias ya rodadas (Dawn of the Dead) o cómics de autores de la corriente deconstructora (300, Watchmen) y se lanza a dirigir una película basada en una historia propia. El argumento, por otro lado, ocupa dos hojas de una cuartilla. Tal vez tres, por aquello de explicar los twist. Porque, no nos engañemos, todo en el film está absoluta e irremediablemente al servicio de los efectos CGI. Esos efectos que le permiten a Snyder mezclar golems samurais con ametralladoras automáticas, soldados alemanes de la Primera Guerra Mundial con la iconografía zombie y la criptohistoria made in Mignola, orcos en armadura con incursiones de comando en plan hazañas bélicas, ciencia ficción postapocalíptica con estética Navy Seal… Más allá de un cruce de géneros es una esquizofrenia cinematográfica: no es Alguien voló sobre el nido del cuco, ni Moulin Rouge, ni Hellboy, ni Pearl Harbour, ni El Señor de los Anillos, ni A por todas, ni Enfermeras Calientes IV… y al mismo tiempo es un poco de todas ellas. No obstante, la banda sonora es excelente. Todo versiones, eso sí, pero de temas imprescindibles que todo moderno que se precie de serlo debe conocer y tararear en la ducha. Lo dicho, Sucker Punch es un interesante videoclip con moraleja barata. Un poco largo. Horacio Sandoval © humorenlared.com |
|
¿Te has quedado con las ganas? Tienes más de 3.200 puntos de distribución de EL KARMA
Y si quieres la revista en tu casa todos los meses suscríbete
