Butaca de Gallinero: Niñas monas
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| No quisiera parecer demasiado mojigato, pero me fascina la velocidad con la que los cazatalentos y los agentes fichan a los nuevos valores. Y no estoy hablando de que se fijen en unas cualidades interpretativas sobresalientes desarrolladas con pasmosa precocidad. Me refiero, más bien, a que les falta tiempo para convertir a tiernas púberes en objetos de deseo lascivo apenas han alcanzado la mayoría de edad. A ver, que no es que me queje (que Santa Catalina de Alejandría y San Carlos Borromeo me libren de ser un meapilas), pero siempre me ha llamado la atención. Porque una cosa es una Christina Ricci que te hace de Miércoles Addams y al cabo de los años la ves en Lo opuesto al sexo o Black Snake Moan, y otra acabar de ver a Lindsay Lohan, Dakota Fanning o a Mila Kunis en el Club Disney para inmediatamente descubrirlas encueradas, o en cueros directamente, en el reportaje central de una revista de caballeros. No es una cuestión de grado en lo que a la metamorfosis se refiere, sino de premura. Anne Hathaway ya es oficialmente un icono sexual que va a hacer de Catwoman cuando aún no me he podido quitar de la cabeza Princesa por sorpresa. Aunque nada podrá superar lo de Clara Lago (1990). Allá por el 2000 interpretaba a una niña monísima de diez años en la serie Compañeros. En El juego del ahorcado (2008) ya salía en pelota picada, por exigencias del guión. Claro que quién soy yo para cuestionar esas exigencias. Roberto Aguirre © humorenlared.com |
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