noviembre 17, 2011

Flims: Un método peligroso

David Cronenberg por fin se ha dejado de historias de violencia y de mafiosos del Este de medio pelo para volver a su universo inquietante y raruno. Considerada su mejor película desde Spider, Un método peligroso abunda, algo habitual en la filmografía del director, en los triángulos amorosos entre gente con un trueno en la cabeza que ríete tú de Aida haciendo de telepredicadora. Concretamente en el triángulo sado-masoquista-inquisitivo-psico-sexual formado por Sigmund Freud (Vigo Mortenssen), Carl Jung (Michael Fassbender) y la esquizoide paciente Sabina Spielrein (Keira Knightley). Spielrein quiere (cepillarse) a Jung, Jung, hombre casado, quiere (tirarse) a Spielrein, y a Freud le gustaría darse un revolcón con Spielrein, a poder ser sin estar en presencia de Jung, aunque eso sería opcional, pero termina decantándose por fumar un puro y preguntarse si la palabra psicoanálisis tendrá gancho comercial en un futuro.
La cuadratura del círculo se alcanza cuando aparece Otto Gross (Vincent Cassel, robando cada escena en la que aparece), psiquiatra libertino, aficionado a esnifar cocaína (en eso se parecía a Freud), que conmina a Jung a culminar sus fantasías sexuales con Spielrein siempre que luego le cuente los detalles. Un fresco preciosista e irónico sobre el origen de la teoría psicoanalítica filmado justo cuando los propios psicoanalistas se preguntan si Freud no chochearía un poco.

Horacio Sandoval © humorenlared.com

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