diciembre 4, 2011

Debajo de la Palmera: Y en eso Cebrián apuñaló a Zapatero

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La portada de El País del 21 de noviembre, al día siguiente de las elecciones legislativas, era todo un poema. La única fotografía de esa página era la de Rajoy dándole un beso en los labios a su mujer en la sede de su partido tipo película Lo que el viento se llevó. El gran titular decía: “La Crisis da todo el poder a Rajoy». Pero había abajo un editorial impagable que titulado Futuro sin Demoras terminaba con una cruel despedida hacia Zapatero que decía lo siguiente: “En el pasivo debe anotársele la desgraciada pérdida de presencia de España en política exterior, el debilitamiento de la cohesión territorial tras los avatares de la reforma del Estatuto catalán, la arbitrariedad y nepotismo en sus decisiones de política industrial, la lentitud en reaccionar frente a los primeros síntomas de la crisis global, y su incompetencia para los asuntos de la gobernación en medio de las dificultades.
“Toda su gestión ha sido marcada por una ausencia de liderazgo comparable a la de la mayoría de los burócratas que gobiernan Europa y que se ha hecho sentir tanto en los asuntos nacionales como en el interior de su partido. Váyase en buena hora de sus responsabilidades al frente del mismo y permita a los socialistas reordenar su casa antes de que los vendavales de este invierno degeneren en tornado”
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Pues sí. Este es El País de los socialistas, su diario de referencia. Ese día se anunciaba asimismo en primera página la muerte del editorialista Javier Pradera quien en la época de Felipe González marcaba la línea de lo que los socialistas debían decir y hasta pensar y, esa noticia, junto a semejante editorial inspirado por Cebrián, resumían el desencuentro entre el nuevo “leproso político”, Zapatero y un diario que, tras ser la biblia socialista, ahora busca un salvavidas en la derecha para no terminar de hundirse.

Pero la beligerancia de Cebrián no es nueva. Lleva una serie de años asestándole inmisericordemente puñaladas al otrora amigo, seguramente por haber apostado Zapatero por Público y no haberle dicho a Polanco en su día, y a Cebrián después, amén a todas sus propuestas de tráfico de influencias.
Y es que la burbuja generada en el sector de los medios de comunicación ha pinchado. La inversión publicitaria ha cedido en tres años 2.500 millones de euros, la circulación de los diarios ha mermado entre el 5% y el 10% y 4.000 periodistas han perdido su puesto de trabajo; las televisiones de TDT se ven obligadas a cerrar o a sellar fusiones; la gente ya no compra libros. Juan Luis Cebrián, consejero delegado de PRISA y presidente de El País, dibujó el día de la despedida de Zapatero en el Foro de la Nueva Comunicación, un negro panorama de la industria de la comunicación.
Sobreendeudados, muchos medios se han visto abocados a procesos de reestructuración. «La burbuja ha empezado a deshincharse aceleradamente», advirtió Cebrián, que fue presentado por el director de la Real Academia Española, José Manuel Blecua. En su intervención, el periodista y académico achacó a la política de José Luis Rodríguez Zapatero una contribución «muy negativa» al sector de los medios de comunicación. «La política del Gobierno no ha podido ser más destructiva para el sector», aseguró. Puso como ejemplo «el caos» y la «destrucción de valor» derivados de la gestión llevada a cabo por el Ministerio de Industria.
Uno de los aspectos cuestionados por Cebrián fue la «intervención directa de los políticos» en la estructura de los medios audiovisuales con una finalidad política o económica. Por el contrario, en el ámbito de la prensa se ha producido una «ausencia clamorosa». Eso ha dejado a los editores de diarios al albur del mercado, mientras que otros sectores industriales han recibido generosas ayudas para acometer su reconversión. Cebrián añoraba, como se ve, los años de las relaciones Polanco-González.
Tirando por elevación, Cebrián cuestionó la «ausencia de líderes políticos» capaces de afrontar la situación económica y lamentó la «parquedad e inoperancia» de Zapatero a la hora de afrontar la crisis. «No hemos contado con el líder político adecuado» y por eso España se encuentra «en un período de desprestigio». Cuatro meses de período preelectoral es un síntoma claro de ese deterioro político: «Es una auténtica crisis nacional», apuntó, «estamos sin Gobierno». Además de criticar el «destrozo» audiovisual del ministerio que dirige Miguel Sebastián, el consejero delegado de PRISA aseguró que la política del Gobierno socialista no ha sido muy diferente de la que puso en marcha el PP. «Zapatero ha imitado a Aznar. Lo que pasa es que Aznar tenía unos amigos y Zapatero, otros». Por lo que se ve, lo que Cebrián denunció es no haber sido el amigo de Zapatero.
Ante el empuje del universo digital, Cebrián sostuvo que los medios tradicionales, inmersos en un panorama «rupturista», se enfrentan a un cambio fundamental en la manera de comunicar informaciones o de consumirlas. Para afrontar los retos de un mercado global apeló al poder del español. Aunque tampoco en este terreno percibe que haya habido una política de apoyo por parte de las autoridades políticas en los últimos 30 años. «¿Qué no hubieran hecho los franceses si América Latina hablara francés?», planteó.
En este sentido, Cebrián reafirmó el compromiso de PRISA y de sus accionistas para no trocear la compañía: «Al margen de los aspectos estrictamente empresariales, PRISA es una institución para la sociedad española y para América Latina». Especialmente por el peso del español en un mundo global. «Y eso sí lo entiende bien el candidato a la presidencia del Gobierno por el PP», agregó.

Cebrián hizo un análisis duro de la situación pero increíblemente duro con Zapatero. No le falta razón aunque esta situación también puede deberse a que Zapatero no se puso a las órdenes de Cebrián como sí lo hizo Felipe González con Polanco.
No sabemos de qué manera influirán todos estos ataques de Cebrián a Zapatero en la fiel infantería socialista ni si eso repercutirá en sus ventas. Lo que sí parecería lógico es que Zapatero haría bien en no recibir en su casa de León nada que tenga que ver con Cebrián. El Grupo PRISA ha encontrado ya su chivo expiatorio y a Zapatero, de ese mundo, solo le van a llegar puñaladas. ¡Ay del vencido! ¡Pobre Bambi!

Iñaki Anasagasti © humorenlared.com

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