enero 27, 2012

Lady Auch: Cerdo

Seguir “el camino del hombre recto” cuando una se ha dedicado en cuerpo y alma a cabalgar sobre el descontrol no es nada fácil.
Dos opciones. Dos vidas. Dos personalidades muy diferentes dentro de un solo cuerpo. Se pelean y dejan de hablarse. Se boicotean. Se ponen a prueba y observan a ver quién cae primero para regocijarse después.
Una es la moral. La educación restrictiva. El no porque no y punto. La otra es un cerdo en un charco de barro y mierda. Solo piensa en follar y en comer. Desea empaparse de flujos y salsas que lubriquen el pasar de los días de su leve existencia.
Si guardo silencio puedo oír sus gruñidos. Me recuerdan a los gemidos del follar. Y de repente, vuelvo a sentir el peso de otro cuerpo sobre el mío. Siento cómo lame la carne cruda de mi coño-abrevadero con su infinita, gorda y áspera lengua. Después se sienta sobre mi cara para que pueda oler bien su culo y asuma lo que no volveré a tener jamás.

No se subestimen, que se puede pasar de ser una persona educada y comedida, a alquilar todos tus principios en un abrir y cerrar de ojal.

Tania Peligero © humorenlared.com

Pincha aquí para ir a otras columnas de Tania Peligero

Pincha aquí para ir a las columnas de los colaboradores más buscados