Gora Euskadi: Ladridos en la noche
La asociación ATEA se preocupa. Se preocupa mucho. Porque se tiran petardos indiscriminadamente en Nochevieja, y eso es intolerable. Hasta el punto de que han acudido al alcalde de Vitoria – Gasteiz, Javier Maroto, para que tome cartas en el asunto. Podría parecer que el motivo de la zozobra espiritual son los accidentes. No por nada en estas fechas aumentan en un 20% las personas que acuden a urgencias, y no pocos lo hacen, muchos de ellos menores, por quemaduras y engorrosas amputaciones de falanges que provocan los petardos, cohetes y demás aparataje pirotécnico. Pero no, a ATEA le inquietan otras cosas. Le asola que los pobres animales se estresen en Nochevieja por culpa del ruido de extemporáneos petardos. Ahora que ETA anuncia el cese de sus actividades algunos desalmados se empeñan en seguir dando la cena a las mascotas con molestas deflagraciones. Es comprensible que perros, gatos, tortugas y demás “amigos no humanos” se traumaticen con el ruido. ATEA, sin embargo, no hace mención a esos canes sometidos a la ingesta de turrón de chocolate cuando su cuerpo no lo tolera o esos gatos atiborrados a mazapanes cuando están genéticamente predestinados a desarrollar diabetes. Asuntos adyacentes aparte, lo que más sorprende es que solo se hace mención a los animales aterrorizados. Ni un solo comentario sobre otro tipo de cachorro, el humano. Los bebés las pasan canutas entre estallido de petardo y reventón de cohete. Por no hablar (pero eso es harina de otro costal) de los estentóreos cantos regionales del cuñado borracho o de las discusiones entre suegras y nueras, tan típicas de estas fechas. Los de ATEA tratan de no ser dogmáticos y sugieren que la prohibición del lanzamiento de petardos comience dos horas después del cambio de año. Además, solo se refieren a la Nochevieja. ¿Y el resto del año? Esto va a ser peor que la escalada armamentística de la Guerra Fría. El petardero indomable del tercero va a decir que la Nochevieja se la joderán, pero que la Nochebuena de este año… Ahí los vecinos se van a cagar con el misil Pershing II que piensa comprarles a los vecinos libios del entresuelo. No va a haber ladrido que valga. Héctor Sánchez © humorenlared.com |
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