abril 10, 2012

Mens Insana: En pelotas

Perro peligroso. Alto voltaje. Fumar puede matar. Suelo deslizante. Vivimos rodeados de advertencias. Por eso no entiendo por qué estoy obligada a compartir la vía pública con agresores sexuales identificados a los que no puedo reconocer. Estos individuos deberían ir de alguna manera señalados para que yo, como víctima potencial, pueda reconocerlos, y tenga la posibilidad al atravesarme en su camino de decidir: si quiero saltar de acera; echarme la mano a la pimienta homologada (a partir de los 18 años); escoger otro asiento en el cine; descartar un viaje en ascensor; o exprimir el paso; entre otras.

No solo eso: además de su correcta señalización en calidad de la amenaza social que constituyen, debería tener a mi alcance un listado con los rostros actualizados de aquellos agresores sexuales identificados que disfrutan del derecho a pasear libremente por la vía pública. Y si la calle no es segura tras su efectiva señalización, que organicen talleres creativos para la seguridad personal con los responsables directos de su libre circulación por el entramado urbanístico. Como último recurso, siempre pueden salir en pelotas. La mayoría ya lo hacemos.

Sheila Blázquez © humorenlared.com

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