Juego de niños: Castigados
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| La crisis castiga a todos, a todos los que castiga. Los que causaron el desaguisado encima tienen premio y cobran pensiones millonarias. Y los paganos de la situación, a temblar: que me quedo sin trabajo, que me quedo sin ahorros, que me quedo sin casa, que me quedo sin comida. Un correctivo arbitrario ha caído sobre la gran mayoría, una sanción incomprensible atenaza las calles. Todo el mundo quieto. Por si acaso. El último eslabón de la cadena son los niños. Ellos sufren el castigo más absurdo. Según informa UNICEF, uno de cada cuatro menores en España vive en hogares que están por debajo del umbral de la pobreza. Ya son casi 2.200.000 niños en riesgo de pobreza relativa. En apenas dos años, el número de niños viviendo por debajo del umbral de la pobreza ha crecido un 10%. Los niños se han convertido en el colectivo más afectado por la crisis económica. Ellos pasan hambre, sin comerlo ni beberlo. Y siguen las paradojas. Por efecto de la crisis, muchos niños dejan de ir a los comedores escolares. Las familias no pueden pagar el importe de los menús, y las criaturas vuelven a comer en casa. Yo creía que, con los tiempos que corren, eso de comer a diario con la familia era un auténtico lujo. Y resulta que no, oigan. Resulta que son los más pobres los que vuelven a su cocina cada mediodía. Pobreza obliga. Elene Ortega Gallarzagoitia © humorenlared.com |
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