julio 27, 2012

Lady Auch: Señales

Despertó una mañana empapada en sudor. Tenía el cuerpo encogido y agarrotado. En la cara una mueca desencajada de terror. No recordaba su sueño, pero debió de ser horrible. Miró a su alrededor. La casa era un caos y se puso a ordenarla obsesivamente. Imaginaba que su casa era ella misma, el presente, el pasado, todo debía estar bajo control. Terminó pero no encontró paz. Bajó al garaje. “Mi subconsciente. Aquí debe estar la respuesta”. Tras abrir la puerta se hizo un silencio. Cajas y bolsas llenas de trastos y ropas viejas. Un sonido la asustó. Miauuu. Buscó con la mirada entre las cajas. Miauuuu. Algo le rozó la pierna. Era una gata. Estaba hambrienta. Bajó unas latas de atún y un poco de agua. Mientras la gata devoraba ella pensaba. Tuvo una iluminación. Se desnudó y asomó su culo en pompa por la puerta entreabierta de la casa a modo de invitación. Pronto se formó una larga cola de vecinos dispuestos a ayudar a la joven con su causa. Un hombre bien dotado fue el que, de un buen pollazo, logró atravesar barreras, llegar al subconsciente y reventarle la cabeza a la gata. Esa noche todos durmieron felices y comieron perdices.

Tania Peligero © humorenlared.com

 

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