También invisibles son las eyaculadoras precoces; nadie las considera deficientes sexuales, sino más bien mujeres sexualmente satisfechas. Por no hablar del subidón de autoestima que experimentan los muchachos que copulan con alguna de estas afortunadas.
Los eyaculadores precoces sin embargo casi son escoria sexual. Y si no que se lo pregunten a las que se quedan ante semejantes machos con las ganas. Igual que el falofascismo. ¿Alguien ha valorado alguna vez a alguna mujer porque el tamaño de su sexo fuera descomunal o simplemente inapreciable?
O sea, lo de siempre: qué complicado es eso de la igualdad. Los topicazos se la llevan siempre por delante.

Sheila Blázquez © humorenlared.com