Juego de niños: No me podas
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| Hay que ver lo sufridos que son los árboles. Nevadas, lluvia, frío, sol, sequía, y ellos siempre quietos, estoicos, sin moverse ni un ápice. Cuando el ayuntamiento de turno decide la poda estacional, parece que uno le dijera a otro: “Date por podado”. Y así es. Ni un ay, ni una queja, ni un “oiga, estos son mis derechos”. En Getxo han creado una asociación para la Defensa del Arbol Urbano. Sólo piden “que se deje crecer en paz a los árboles”, lo cual, según se mire, no es mucho o es todo un mundo. Nada más ver esos troncos cual muñones, ya duele. Por otra parte ¿a quién no le han podado alguna vez? Sueldos más bajos, precariedad laboral, paro, desahucios, recortes en sanidad y educación, subida del IVA… ¿alguien da más? La poda de derechos está a la orden del día. Por eso mismo, las últimas manifestaciones en torno al Congreso me parecen rebeliones arbóreas. Como ents de El Señor de los Anillos, varios miles de árboles se han puesto en pie. Y eso a algunos les da mucho miedito. Ya hablan de sacar la motosierra para recortar -también- el derecho a manifestarse. Habrá que moverse, tron. Elene Ortega Gallarzagoitia © humorenlared.com |
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