diciembre 26, 2012

Oreja a la Plancha: Es lo que hay…

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Es difícil ser melómano, disfrutar de verdad escuchando música. A poco que uno tenga morro fino, hace falta escuchar un instrumento bueno, tocado bien por un buen músico que tenía un buen día, recogido su sonido por unos buenos micros puestos como dios manda por alguien que sabía, grabado, editado, mezclado y masterizado con todo el cariño del mundo en un buen estudio y por gente cualificada, y reproducido finalmente en un equipo decente, situado (no de cualquier manera) en un lugar con buena acústica que no traicione el color original de la grabación, a un volumen suficiente pero no exagerado. Y por supuesto estamos hablando de oyentes sin problema alguno de audición que desarrollen la actividad en absoluto silencio.
¡Me descojono! Por mucho que uno lo intente, lo más fácil es que no se den al menos siete u ocho de estas condiciones. No podemos ser así de sibaritas, está claro, pero con todo y con eso no puedo evitar sentir una especie de pesada condena cuando me veo obligado a escuchar música más veces en mp3 con unos auriculares guarros que en condiciones medio buenas. El mundo es feo, mejorémoslo en lo posible. Sí, sí, voy  encargando ya mismo unas gafas de pasta.

Juan Abarca © humorenlared.com

 

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