Hotel y Domicilio: Outrage
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 A estas alturas resulta difícil pensar en Takeshi Kitano como en aquel afable japonés vestido con kimono que ejercía de anfitrión del programa concurso Fūun! Takeshi Jō o Takeshi’s Castle, más conocido por latitudes más próximas como Humor Amarillo. Su trayectoria como actor y director de películas de mafiosos yakuza (no tanto de las de samurais, Zatoichi no gustó a todo el mundo) han borrado de la memoria cualquier rastro de comicidad del recuerdo de Beat Takeshi. Pero eso solo si uno se toma en serio sus películas. Pensar en ellas en clave de comedia es para partirse. Con Dolls puede resultar un poco más complicado, pero ver Outrage, la salvaje historia de venganzas y juegos de poder en el submundo del crimen organizado nipón, como quien ve una película de zombies, puede resultar muy divertido.La historia cuenta la vicisitudes de un asesino yakuza que ve cómo todo el mundo medra dentro de la organización a base de codazos en la boca, ráfagas de ametralladora, pactos reversibles y lamerle el culo al padrino. Y, en medio de todo esto, el paso de los viejos métodos, de los rancios tatuajes y los viejos códigos de honor, a los negocios legales. Aunque igualmente asentados sobre pilas de cadáveres. Y decide tomar cartas en el asunto. La falange amputada es bella. Si no es la tuya, claro.Horacio Sandoval © humorenlared.com |
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