Butaca de Gallinero: Toca casarse
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| Hollywood os quiere casados. Y se la suda que el 50% de los matrimonios americanos acaben en divorcio. A poder ser por la iglesia (da igual el rito mientras haya ceremonia y convite con muchos invitados) y con damas de honor. En su afán por enaltecer los valores del sacramento, Hollywood demoniza al soltero… a quién pretendo engañar, a la soltera convencida. La actitud del personaje que preconiza que no necesita pareja, representada por la soltera recalcitrante (Con derecho a roce), la soltera sensata que recapacita (Novia a la fuga) o la soltera despechada (Down with love), es vilipendiada y se desmorona definitivamente hacia el final del metraje de la cinta. Porque el amor surgirá. Aunque sea de debajo de las piedras. Un amor verdadero, puro y legitimador. Un amor instantáneo nacido en un paseo en bote con un pueblerino irlandés (Tenías que ser tú) o en un encontronazo en la puñetera calle (El plan B) que se supone que cambiará la concepción del mundo de la protagonista. Que hará que mande a la mierda todo su esquema vital hasta ese momento para abandonarse al amor eterno de turno que supuestamente durará más allá de los títulos de crédito. Hollywood os quiere casados. Y no os preocupéis por los divorcios. Una invasión extraterrestre, una persecución en autobús o un tiroteo con unos mafiosos devolverán la chispa a vuestro matrimonio. Roberto Aguirre © humorenlared.com |
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